Estaba atendiendo a mi primer paciente, luego de graduarme de psicología y concluído mi estudio en psicoteraía cognitiva-conductual, sin embargo, aunque sabía cómo debía atenderle, aunque sabía realizar un plan terapeútico detallado y efectivo, no podía dejar de pensar que yo era un fraude, que mi paciente estaría mejor con otro psicólogo, así que, después de la segunda consulta me reporté enfermo y le referí con un colega más experimentado. ¿Porqué hice eso? Luego, cuando atiendo pacientes con sintomatologías similares, no dejo de pensar en ese mi primer caso y cómo, por miedo, le abandoné.
¿Te ha pasado igual? Bienvenidos a EstudiandoPsicologia, donde exploramos las complejidades de la mente humana. En esta ocasión, abordaremos un tema que afecta a muchos profesionales y estudiantes: el Síndrome del Impostor. Profundizaremos en sus causas, cómo afecta a quienes lo experimentan y proporcionaremos valiosos consejos para superarlo.
¿Qué es el Síndrome del Impostor?
El síndrome del impostor, también conocido como dismorfia productiva, es un fenómeno psicológico en el que las personas, a pesar de tener logros y habilidades evidentes, sienten que son fraudulentas y que en cualquier momento serán descubiertas como impostores. A menudo, este sentimiento va acompañado de miedo al fracaso y ansiedad. Aunque la experiencia puede variar en forma e intensidad en cada persona, es, en general, esa sensación de sentir que se está aprovechando de una oportunidad o de una situación favorable sin merecerlo, exactamente lo que yo experimenté con mis primeros pacientes. (Bernard, Dollinger y Ramaniah, 2002; Whitman y Shanine, 2012).
¿Cuáles son las causas del síndrome del impostor?
La dismorfia productiva puede afectar a cualquier persona, independientemente de su estatus social, su experiencia laboral, nivel de conocimientos o grado de experiencia. De hecho, el 70 % de las personas puede padecer este fenómeno en algún momento de su vida. Hay diferentes niveles dentro de la dismorfia productiva: en el primer nivel, se trata de algo temporal que se puede disipar con el tiempo. Consiste en el sentimiento de duda causado por la inseguridad a la hora de enfrentarnos a un nuevo reto (exponer un proyecto, un nuevo puesto de trabajo, comienzo de estudios, entre otros). Y otro nivel más profundo, en el cual la duda perdura en el tiempo, convirtiéndose en un miedo crónico ante cualquier situación que implique un mínimo riesgo. No obstante, a pesar de tener una mayor duración puede superarse con la debida ayuda psicológica.
Entre las posibles causas de este síndrome tenemos:
Perfeccionismo: Aquellos que experimentan el Síndrome del Impostor tienden a ser perfeccionistas, estableciendo estándares irrealmente altos para sí mismos.
Comparación Social: La tendencia a compararse constantemente con los demás puede alimentar el sentimiento de ser inferior o no estar a la altura.
Fracaso en la Internalización del Éxito: A veces, las personas no internalizan sus éxitos, atribuyendo sus logros a factores externos como la suerte, en lugar de reconocer sus habilidades y esfuerzos.
Inseguridad Personal: La baja autoestima y la inseguridad pueden ser desencadenantes significativos del Síndrome del Impostor.
Impacto del Síndrome del Impostor:
Según Sakulku y Alexander, en The Impostor Phenomenon, para quienes sufren este síndrome, el éxito no significa felicidad. Los impostores a menudo sienten miedo, estrés, duda y se sienten incómodos con sus logros. Sin duda, eso tiene un enorme impacto en la capacidad de una persona para aceptar y disfrutar de sus capacidades y logros, y tienen un impacto negativo en su desarrollo personal y profesional. Vergauwe (2015) encontró una relación negativa con la satisfacción laboral, el compromiso organizacional y los comportamientos de ciudadanía organizacional.
A continuación vamos a enumerar algunos de los síntomas de paceder el Síndrome del impostor.
Ansiedad y Estrés: Quienes sufren este síndrome a menudo experimentan ansiedad y estrés debido al miedo constante de ser descubiertos.
Autosabotaje: El miedo al fracaso puede llevar a comportamientos de autosabotaje, impidiendo el propio éxito.
Aislamiento: La vergüenza asociada con el Síndrome del Impostor puede llevar al aislamiento social, ya que las personas evitan exponerse.
Consejos para Superar el Síndrome del Impostor:
En resumen, las personas con este síndrome tienden a atribuir sus éxitos a la suerte o a la ayuda de otros, en lugar de reconocer sus propias habilidades y esfuerzos. Para combatir el síndrome del impostor, es importante trabajar en la autoestima y la autoimagen. No es nuestra intención ofrecer una salida fácil a un problema tan complejo, sin embargo, aquí dejamos varias recomendaciones que pueden ayudar:
Reconocimiento y Aceptación: Aprender a reconocer y aceptar los propios logros es el primer paso crucial para superar el síndrome.
Hablar del Tema: Compartir experiencias con colegas, amigos o un profesional puede aliviar la carga emocional y desmitificar el Síndrome del Impostor.
Cambio de Perspectiva: Cambiar la perspectiva de ver el éxito como resultado de la suerte a reconocerlo como fruto del esfuerzo y habilidades propias.
Establecer Metas Realistas: Redefinir metas y establecer expectativas realistas puede ayudar a reducir la presión y el perfeccionismo.
Buscar Apoyo Profesional: La terapia psicológica puede ser una herramienta valiosa para abordar las raíces profundas del Síndrome del Impostor.
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